lunes, 24 de junio de 2013

Capítulo II: Los supuestos hermanos de Jesús (“Hijos de maría”) eran sólo parientes.

Entre los ataques desesperados empleados por sectas “cristianas” con la intención de destruir a la iglesia católica, encontramos la polémica de la virginidad de María y los supuestos hermanos de Jesús.

Los parientes de Jesús
En ningún versículo de la biblia se cita que la Virgen María haya tenido más hijos además de Jesús. La Biblia sólo cita "hermanos" de Jesús y no es lo mismo que decir "hijos de María, madre de Jesús", que es lo que afirman algunos. Se cita "hermanos" de Jesús, no a "hijos de la virgen María" (una diferencia grande.) 
Por expertos bíblicos se sabe que la traducción correcta sería "parientes" de Jesús en vez de “hermanos.”
¿Cuáles son esos parientes de Jesús que erróneamente se le otorgan como hermanos? Empecemos con las acusaciones erróneas y luego con la demostración de su falta de veracidad.
En el evangelio de San Mateo (Cap. 13, Vers. 55): “¿No es éste el hijo del carpintero? ¡Pero si su madre es María, y sus hermanos son Santiago, y José, y Simón, y Judas!”
También en el evangelio de San Marcos (Cap. 1, Vers. 3): “Pero no es más que el carpintero, el hijo de María; es un hermano de Santiago, de Joset, de Judas y Simón. ¿Y sus hermanas no están aquí entre nosotros?» Se escandalizaban y no lo reconocían.”
El evangelio de San Juan (Cap. 7, Vers. 3) utiliza la palabra “hermanos” en lugar de “parientes”: “Sus hermanos le dijeron: «No te quedes aquí, vete a Judea para que tus discípulos de allí vean las obras que realizas.” Este versículo es muy utilizado para afirmar que Jesús tuvo hermanos, hijos de su madre María.
Ahora veamos cómo se comprueba que en la biblia se utiliza la palabra “hermanos” para sustituir la palabra “parientes” puesto que ha sido un problema de traducción:
Veamos que en el libro del Génesis Abraham llama a Lot “hermano”, pero si leemos el mismo libro unos capítulos antes, se ve claramente que Abraham es tío de Lot; son, por tanto, tío y sobrino, sin embargo se dicen “hermanos”. 
¿Dónde Abraham llama hermano a Lot? En Génesis (Cap. 13, Vers. 8): “Así pues, Abraham le dijo a Lot: «Mira, es mejor que no haya peleas entre nosotros, ni entre mis pastores y los tuyos, ya que somos hermanos.También, en Génesis (Cap. 14, Vers. 16), encontramos nuevamente la palabra hermanos para Lot y Abraham: “En cuanto oyó Abram que los cuatro jefes habían llevado prisionero a su hermano Lot, escogió trescientos dieciocho de sus hombres que se habían criado en su casa y los persiguió hasta la ciudad de Dan.” ¿Pero, eran éstos realmente hermanos o parientes?
Veamos, con la biblia en manos, que Abraham y Lot no eran hermanos sino parientes, en Génesis (Cap. 11, Vers. 27 y 28): “Esta es la descendencia de Terá: Terá fue padre de Abraham, de Najor y de Harán. Harán fue padre de Lot. Harán murió en Ur de Caldea, su tierra natal, antes que su padre Terá.” Aquí vemos como Abraham es hijo de Terá y, éste último, abuelo de Lot.
Si todavía hay dudas de lo anterior, leamos Génesis (Cap. 11, Vers. 31): Terá tomó consigo a su hijo Abraham, a su nieto Lot, hijo de Harán, y a su nuera Saray, esposa de Abram, y los sacó de Ur de Caldea para llevarlos al país de Canaán. Pero al llegar a Jarán se establecieron allí.”
Pero lo mismo sucede con Jacob Y Labán. Hay versículos que los da a conocer como hermanos pero en realidad no lo son. En Génesis (Cap. 29, Vers. 14 y 15): “Jacob contó a Labán todo lo ocurrido, y Labán le dijo: «En verdad tú eres carne y hueso míos.» Y Jacob se quedó allí con él durante un mes. Entonces Labán le dijo: « ¿Acaso porque eres hermano mío vas a trabajar para mí de balde? Dime cuál va a ser tu salario.»” Como veremos a continuación, eran sólo parientes, no hermanos.
En Génesis (Cap. 28, Vers. 12):Apenas Jacob vio a Raquel, hija de Labán, hermano de su madre, se acercó al pozo, movió la piedra de la boca del pozo y dio agua a las ovejas de Labán.”  Entonces vemos que Labán era tío de Jacob.
Luego de demostrar que la palabra “hermanos” es empleada para referirse a los “parientes”, nos centraremos en la biblia para demostrar que los hermanos que le han dado a Jesús (Santiago, José, Simón y Judas) eran sólo parientes suyos.
El evangelio de San Mateo (Cap. 27, Vers. 56) habla de la madre de Santiago y José (dos de los parientes de Jesús): “Entre ellas estaban María Magdalena, María, madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.”  El evangelio de San Juan (Cap. 19, Vers. 25) nos aclara que esa María (madre de Santiago y de José) no es la madre de Jesús: “Cerca de la cruz de Jesús estaba su madre, con María, la hermana de su madre, esposa de Cleofás, y María de Magdala.”
En el evangelio de San Lucas (Cap. 6, Vers. 13, 14, 15 y 16) Tenemos que Judas era hermano de Santiago, por tanto, hijo de Alfeo: “Al llegar el día llamó a sus discípulos y escogió a doce de ellos, a los que llamó apóstoles: Simón, al que le dio el nombre de Pedro, y su hermano Andrés, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, apodado Zelote, Judas, hermano de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.”
Esto puede ser confirmado en la carta de Judas (Cap. 1, Vers. 1): Judas, servidor de Jesucristo y hermano de Santiago, a los que fueron llamados a la fe, amados por Dios Padre y conservados en Cristo Jesús.”
En cuanto a Simón, tenemos dos: Simón Pedro y Simón el Zelote. El primero era hijo de Juan, véase el evangelio de San Juan (Cap. 1, Vers. 42): “Y se lo presentó a Jesús. Jesús miró fijamente a Simón y le dijo: «Tú eres Simón, hijo de Juan, pero te llamarás Kefas» (que quiere decir Piedra).
El otro Simón ni siquiera era de Nazaret sino de Canaán; veamos lo que dice el evangelio de San Mateo (Cap. 10, Vers. 2, 3 y 4): “Estos son los nombres de los doce apóstoles: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Santiago, el hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el cananeo y Judas Iscariote, el que lo traicionaría.”
De seguro dirán los detractores, ¿Y de qué me sirve la virginidad de María? Y yo les pregunto: ¿Y de qué les sirve minimizarla a ella?

La virginidad de María
Como bien es sabido a nivel mundial, la iglesia católica es la única entidad religiosa que aprecia el rol que tuvo la virgen maría para que se cumpliera (en ella y en su hijo) la promesa que Dios había puesto en boca de el profeta Isaías y, aunque algunos sugieren que Isaías no utilizó la palabra virgen en su profecía, el evangelista San Mateo da un detalle irrebatible de esta profecía.
Veamos en la Biblia:
 Isaías (Cap. 7, Vers. 14): “El Señor, pues, les dará esta señal: La joven está embarazada y da a luz un varón a quien le pone el nombre de Emmanuel, es decir: Dios-con-nosotros.”
También es confirmado por el evangelio San Mateo (Cap. 1, Vers. 22 al 25):Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta:
La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que significa: Dios-con-nosotros.
Cuando José se despertó, hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado y tomó consigo a su esposa. Y sin que hubieran tenido relaciones, dio a luz un hijo, al que puso por nombre Jesús.
Una gran parte del pueblo judío todavía sostiene que esa promesa aun está por cumplirse. Ese pueblo todavía espera al mesías, pues no cree que María haya concebido al mesías por obra y gracia del Espíritu Santo.
Entonces, desde mi óptica, los que coinciden con ellos, en desvalorizar a María, andan muy cerca del anticristianismo (que se basa en no reconocer a Jesús como el mesías).
Las denominaciones “cristianas” que han surgido como protesta a la doctrina católica han utilizado la propia biblia para desprestigiar la virginidad de María y, con ello, intentar dejar en ridículo a la iglesia católica, la única que acepta la idea de que María es virgen pura y santa, porque para ser santos o justos no hay que llegar a ser Dios.
Esto se aclara con el libro de Apocalipsis (Cap. 20, Vers. 5 y 6): “Esta es la primera resurrección. El resto de los muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años.  ¡Feliz y santo es el que participa en la primera resurrección! La segunda muerte ya no tiene poder sobre ellos: serán sacerdotes de Dios y de su Mesías y reinarán con él mil años.”
Si realmente somos cristianos, ¿Cómo podemos negar que María agradara a Dios sobre todas las mujeres del mundo? ¿Cómo podemos decir que creemos en lo que dice la biblia y dudamos del versículo en el cual, el Ángel Gabriel le manifiesta a la Virgen el motivo de su embarazo sin ella haber tenido relaciones con hombre alguno?
Lucas (Cap. 1, Vers. 37: “Para Dios nada es imposible”).  La biblia no miente.
Dos cosas que ningún cristiano verdadero jamás ha de poner en dudas:
1-     Que María quedara embarazada sin haber tenido nunca relaciones con hombre alguno.
2-     Que María siguiera siendo virgen después de dar a luz al mesías.
¿Cuál de las dos cosas anteriores es más difícil de creer? El que ponga en dudas cualquiera de las dos, también está poniendo en dudas la grandeza y el poder de Dios.
Ezequiel (Cap. 44, Vers. 2) habla sobre una puerta que ha de permanecer cerrada, ya que Dios pasó por ella: “Me dijo: Esta puerta permanecerá cerrada; no la abrirán nunca y nadie entrará por ella, porque Yavé Dios de Israel pasó por esa puerta; permanecerá cerrada.”

La Santidad de María
¿Cómo saber si la virgen María es parte de la primera resurrección y, por ende, santa que reina junto al mesías? Sencillo, veamos lo que dice la biblia al respecto, en el evangelio de San Juan (Cap. 3, Vers. 16): “¡Así amó Dios al mundo! Le dio al Hijo Único, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”
El propio San Juan (Cap. 8, Vers. 23 y 24) escribió en su evangelio: “Pero Jesús les dijo: «Ustedes son de abajo, yo soy de arriba. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo.
Por eso les he dicho que morirán en sus pecados. Yo les digo que si ustedes no creen que Yo soy, morirán en sus pecados.»”
Antes de Jesús llegar al mundo ya había una mujer que creía en él, una mujer que agradó a Dios para cumplir la promesa del profeta Isaías. Esta mujer es la virgen María. Véase lo expuesto en el evangelio de San Lucas (Cap. 1, Vers. 38, 41 al 45): “Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la dejó el ángel.
Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz: « ¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas.
¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!»”
Esta última frase la pronunció Isabel (llena del Espíritu Santo) a la Virgen María y si ésta última agradó a Dios, creyendo que la promesa se cumpliría con su hijo (que aún no había salido de su vientre), y siendo la elegida entre todas las mujeres, ¿Por qué negar que ella está reinando junto al mesías y demás Santos o Justos? Veamos Apocalipsis (Cap. 1, Vers. 5 y 6):
y de parte de Cristo Jesús, el testigo fiel, el primer nacido de entre los muertos, el rey de los reyes de la tierra. El nos ama y por su sangre nos ha purificado de nuestros pecados, haciendo de nosotros un reino y una raza de sacerdotes de Dios, su Padre. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.”
Aquí vale la pena repetir la cita bíblica que demuestra que Jesús no es egoísta y, por tal razón, no reina solo. Apocalipsis (Cap. 20, Vers. 5 y 6):
Esta es la primera resurrección. El resto de los muertos no volvieron a la vida hasta que se cumplieron los mil años.  ¡Feliz y santo es el que participa en la primera resurrección! La segunda muerte ya no tiene poder sobre ellos: serán sacerdotes de Dios y de su Mesías y reinarán con él mil años.”
Si creyendo en Jesús y agradando a Dios no logramos la salvación, entonces ¿Para que andamos por este camino?

La persecución es profética…
En la Biblia aparece varias veces una mujer con un rol protagonista ¿Quién puede ser sino la virgen María?

Véase el libro del Génesis (Cap. 3, Vers. 14 y 15) dice de manera profética:
Entonces Yavé Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás tierra por todos los días de tu vida.
Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Ella te pisará la cabeza mientras tú herirás su talón.»”
Por otro lado, analicemos a la mujer que revela el libro de Apocalipsis (Cap. 12, Vers. 5, 7, 9 y 17):
Y la mujer dio a luz un hijo varón, el que ha de gobernar a todas las naciones con vara de hierro; pero su hijo fue arrebatado y llevado ante Dios y su trono.
Entonces se desató una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Lucharon el dragón y sus ángeles
El dragón grande, la antigua serpiente, conocida como el Demonio o Satanás, fue expulsado; el seductor del mundo entero fue arrojado a la tierra y sus ángeles con él. Entonces el dragón se enfureció contra la mujer y se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, es decir, a los que observan los mandamientos de Dios y guardan el mensaje de Jesús.

Los católicos estamos claros de la diferencia que existe entre Dios (padre, hijo y espíritu santo) y los santos que habitan en su reino, pero entendemos que entre ambas partes no hay división de poder alguna (porque pertenecen al mismo reino). Apocalipsis (Cap. 20, Vers. 5).

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