Pruebas
bíblicas e históricas
Nuestro
Señor Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre dio su vida en la Cruz para
salvar a los hombres del pecado y del poder del demonio. Fundó su Iglesia para
continuar su obra de salvación. Única y exclusivamente a esta Iglesia que El
mismo fundó, confió su misión, su Evangelio, su autoridad y sus poderes divinos
para predicar, bautizar, hablar en su nombre y salvar a los hombres. Sin
embargo, dieciséis siglos después de Cristo, Martín Lutero, un sacerdote
católico excomulgado, inventó la teoría de la libre interpretación de la Biblia. Este libre examen produjo unas 36,000 sectas diferentes y opuestas,
que sin ningún derecho se apropiaron del Evangelio, utilizándolo contra la
legítima Iglesia. Para hacerse aceptar, todas estas sectas pretenden ser de
Jesucristo.
Hoy en día muchos fundan "su iglesia" y
"predican la Biblia" a su modo, haciendo "discípulos" y
sembrando confusión y división entre los católicos ignorantes. ¿Sería fruto del
Espíritu Santo de Cristo todo esto? ¿Reconoce Cristo a estas 36,000 “iglesias”
como suyas o las rechaza puesto que él no las fundó y a nadie dio autoridad
para fundarlas? Frente a la confusión y desorientación provocadas por las
sectas y los falsos profetas, para no dejarse engañar y perderse eternamente.
Ver el evangelio de San Mateo (Cap.
7, Vers. 15, 22 y 23): “Cuídense de los falsos profetas: se presentan ante ustedes con piel de
ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Aquel
día muchos me dirán: ¡Señor, Señor! Hemos hablado en tu nombre, y en tu nombre
hemos expulsado demonios y realizado muchos milagros. Entonces yo les diré
claramente: Nunca les conocí. ¡Aléjense de mí, ustedes que hacen el mal!”
¿Cómo saber con certeza cuál es la verdadera
Iglesia que Cristo fundó? Este asunto necesita de reflexión, muy buena voluntad
y humildad.
Cristo
Fundó la Iglesia Católica
Toda persona apegada a la lógica
y cree en lo que dice la Biblia y quiere hacer la voluntad de Dios, debería aceptar
los nueve principios siguientes:
1ro. Cristo
no escribió una Biblia, sino que fundó una Iglesia: formó hombres y los mandó a hablar y actuar en su Nombre:
Mateo (Cap. 16, Vers. 18 y 19): “Y
ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o
sea Piedra), y sobre esta piedra
edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo
te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará
atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo.»”
Juan (Cap. 20, Vers. 19 al 23): “Ese
mismo día, el primero después del sábado,
los discípulos estaban reunidos por la tarde, con las puertas cerradas por
miedo a los judíos. Llegó Jesús, se puso de pie en medio de ellos y les dijo:
«¡La paz esté con ustedes!» Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los
discípulos se alegraron mucho al ver al Señor. Jesús les volvió a decir: «¡La
paz esté con ustedes! Como el Padre me
envío a mí, así los envío yo también.» Dicho esto, sopló sobre ellos y les
dijo: «Reciban el Espíritu Santo: a
quienes descarguen de sus pecados, serán liberados, y a quienes se los
retengan, les serán retenidos.».
Mateo (Cap. 28, Vers. 19 y 20): Vayan, pues, y hagan que todos los
pueblos sean mis discípulos.
Bautícenlos en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y
enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con
ustedes todos los días hasta el fin de la historia.»”
2ª de
Timoteo (Cap. 2, Ver. 2): “Cuanto has
aprendido de mí, confirmado por numerosos testigos, confíalo a personas que
merezcan confianza y que puedan instruir después a otros.”
Lucas (Cap. 10, Vers. 16): “Quien les escucha a ustedes, me escucha a mí;
quien les rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza
al que me ha enviado.»”
2do. La Iglesia que Cristo fundó debe necesariamente tener 21 siglos de existencia,
puesto que Cristo vivió hace más de 2,000 años en esta tierra.
3ro. Únicamente la Iglesia que tiene
21 siglos es la Iglesia fundada por Cristo; es la iglesia legítima, la que
escribió la Biblia, la que recibió el Espíritu Santo, la que trasciende desde
los apóstoles hasta nuestros días.
4to. Ahora bien, la historia nos dice que la Iglesia Católica,
es decir, la Iglesia cristiana universal, es la única Iglesia que tiene 21 siglos, y
que esta misma Iglesia viene de los Apóstoles, a través de sus legítimos
sucesores. Desde San Pedro, martirizado en el año 67 en Roma por el emperador
romano Nerón, hasta el Papa Francisco I, esta Iglesia tiene un jefe
representante de Cristo en la tierra y sucesor legítimo de San Pedro, ahora
llamado Papa.
5to. Únicamente la Iglesia Católica y
Apostólica, que ha tenido 266 Papas, puede proporcionarnos una lista de sus
jefes, desde San Pedro hasta el Papa actual (Año 2013).
Ninguna otra “iglesia” puede ofrecernos esta lista
de la sucesión apostólica; si no puede mostrarnos esta sucesión en cadena,
significa que fue fundada después; y si fue fundada después, no es una “iglesia”
legítima, ni verdadera ni bíblica; no puede ser obra de Cristo, esta secta
fundada por supuestos profetas, no puede predicar correcta y legítimamente el
Evangelio, ni santificar, ni salvar, aunque
afirme a la ligera ser de Cristo.
Veamos la 2ª
de Pedro (Cap. 2, Vers. 1 al 3): “Así como hubo falsos profetas en el pueblo de
Israel, también entre ustedes habrá falsos maestros. Introducirán novedades dañinas, pero sin tardar se perderán por renegar
del Maestro que los rescató. Muchos imitarán sus vicios, y por su culpa será desprestigiado el camino
de la verdad. Los inspirará el amor
al dinero, y se aprovecharán de
ustedes con palabras engañosas. Pero ya fue dictada su condenación, y su
destrucción es inminente.
Estas sectas son un instrumento de perdición que
confunde la gente, ya que Cristo en el evangelio de San Mateo (Cap. 24, Vers. 11 al 13) afirma que: “Aparecerán falsos profetas, que engañarán a mucha gente, y tanta será
la maldad, que el amor se enfriará en muchos. Pero el que se mantenga firme hasta el fin, ése se salvará.” El que abandona la iglesia
fundada por Cristo para seguir una secta fundada por hombre ya ha perdido la firmeza de la cual habla Jesús en
esta cita bíblica.
6to. Cristo, por ser Dios, no puede
equivocarse ni engañarnos: prometió
a sus Apóstoles y a sus sucesores que estaría con ellos hasta el fin del mundo
y que las fuerzas del mal no podrían prevalecer contra su Iglesia (Mateo 28, 17-19; 16, 18) Por
consiguiente, pretender que la Iglesia verdadera se acabó en el siglo cuarto y
que el emperador Constantino "fundó la Iglesia Católica" es
antibíblico y antihistórico; es una afirmación indigna de un hombre sensato.
7mo. Los que inventan supuestas “iglesias” desobedecen
a Cristo y a sus legítimos representantes a quienes les dijo: en Lucas (Cap. 10, Vers. 16): “Quien les escucha a ustedes, me escucha a mí;
quien les rechaza a ustedes, me rechaza a mí; y el que me rechaza a mí, rechaza
al que me ha enviado.»”
8vo. Iglesia Católica y Biblia son
inseparables. Rechazar la Iglesia Católica y Apostólica y servirse de la
Biblia, que esta misma Iglesia nos transmitió durante dieciséis siglos, es algo
ilógico. Cristo por ser Dios, es
sabio y prudente, no dejó la Biblia como una manzana de la discordia entre sus
discípulos. Fundó una Iglesia, dejó un representante, que fue San
Pedro y sus legítimos sucesores, para predicar, interpretar y defender su
Evangelio.
Véase la 2ª
de Pedro (Cap. 1, Vers. 20): “Sépanlo bien: ninguna
profecía de la Escritura puede ser interpretada por cuenta propia,” También la carta a los Gálatas (Cap.
1, Vers. 6 y 7) habla sobre el tema: “Me
sorprende que ustedes abandonen tan pronto a Aquel que según la gracia de Cristo
los llamó, y se pasen a otro evangelio.
Pero no hay otro; solamente hay personas que tratan de dar vuelta al Evangelio
de Cristo y siembran confusión entre ustedes.”
La Biblia en manos de los fundadores de sectas, no
puede defenderse, no tiene boca para desmentir las falsas interpretaciones e
injustas acusaciones.
9no. La Iglesia verdadera necesariamente es UNA, SANTA, CATÓLICA Y APOSTÓLICA. Debe
tener 2,000 años o más; debe tener la misma fe, la misma moral, la misma
autoridad mediante la legítima sucesión apostólica y la misma
enseñanza, desde Cristo hasta hoy. Ahora bien, aparte de la Iglesia Católica,
ninguna de las 36,000 “iglesias” protestantes cumple con estas condiciones.
La Iglesia debe ser católica y apostólica
San Pedro, después de haber declarado que Cristo es
el Hijo de Dios vivo, recibe del propio Cristo esta respuesta: Mateo (Cap. 16, Vers. 18 y 19): “Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y
sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la
podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la
tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará
desatado en el Cielo.»”
Nuestro
Señor dice mi Iglesia, no
dice mis iglesias. Aunque la Iglesia esté en el mundo entero, es
una. Jamás de los jamases nuestro Señor habla de varias iglesias. Al contrario,
nos advierte de no dejarnos engañar y extraviar por supuestos profetas que
hacen su negocio con la Biblia.
Así como
Cristo es el único mediador entre Dios y los hombres como dice la 1ª carta de Timoteo (Cap. 2, Vers. 5): “Dios es único, y
único también es el mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre,” así la Iglesia Católica es la única Iglesia que
conduce a Jesucristo, puesto que ella sola fue fundada por Él, para continuar
su obra. Ella sola recibió al
Espíritu Santo y la promesa de ser asistida por Él hasta el fin del mundo.
Veamos Hechos de los apóstoles (Cap.
1, Ver. 8): “Pero recibirán la
fuerza del Espíritu Santo cuando venga sobre ustedes, y serán mis testigos en
Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta
los extremos de la tierra.»” Y el
evangelio de San Mateo (Cap. 28, Vers. 20): “y
enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado a ustedes. Yo estoy con
ustedes todos los días hasta el fin de la
historia”
Cristo,
Pontífice y Sacerdote supremo del Nuevo Testamento, formó a los Apóstoles y les
comunicó sus poderes. Los
Apóstoles que son los enviados y depositarios exclusivos de la autoridad de
Cristo, antes de morir dejaron sucesores legítimos, esto es,
formaron otros presbíteros y obispos, a quienes dieron el poder y la misión de
predicar conforme la Fe que ellos recibieron, predicaron y transmitieron.
Desde el
siglo I hasta el XXI, siempre la Iglesia Católica tuvo sacerdotes, obispos y
papas. Ella sola tiene esta sucesión apostólica legítima. Los presbíteros son
los sacerdotes. El mismo San Pablo dice a los fieles de la ciudad de Corinto, en
1ª de Corintios (Cap. 11, Vers. 2): “Les alabo porque
me son fieles en todo y conservan las
tradiciones tal como yo se las he transmitido.” Y en 2ª de Tesalonicenses (Cap. 2,
Vers. 15): “Por lo tanto, hermanos, manténganse
firmes y guarden fielmente las tradiciones que les enseñamos de palabra o
por carta.”
Una secta
que nació 2,000 años después no ha visto nada, no recibió nada, no escuchó
nada, no tiene ninguna tradición
apostólica, por tanto no puede testificar sobre lo que no ha vivido. La palabra tradición viene del latín que significa "transmisión" y (en
nuestro caso) "entrega" del mensaje de Cristo, comunicado oralmente o
por escrito.
Por
ejemplo por la Tradición sabemos que hay cuatro evangelios canónicos. En la
Iglesia Católica, los fieles con sus presbíteros observaron lo que fue
transmitido, y ellos lo transmitieron, bajo la vigilancia de los obispos, a la
generación siguiente; así fue desde el 1er
siglo hasta hoy.
La más
antigua secta protestante fue fundada por Martín Lutero, 1521 años después de
Cristo. Ahora bien, los protestantes, que nacieron dieciséis siglos después de
los Apóstoles, nunca los conocieron ni los escucharon ni recibieron una Biblia
de ellos. De ninguna manera pueden saber la correcta interpretación de la
Biblia, que es el libro Sagrado de la Iglesia Católica y Apostólica.
Toda
interpretación de la Biblia que contradice la Fe católica y apostólica de 2,000
años es un evangelio distinto. Todas las sectas, incluso las
"evangélicas" predican por desgracia un evangelio diferente del que
predicaron los Apóstoles y sus legítimos sucesores.
Las
palabras Iglesia y Católica vienen del griego y
significan la asamblea universal de todos los fieles
cristianos. Decir católico y decir cristiano es la misma
cosa. "La iglesia, dijo
San Agustín, es el pueblo cristiano
esparcido por toda la redondez de la tierra". Desde el año
107, San Ignacio mártir, segundo Obispo de Antioquia de Siria, después de San
Pedro, utilizó el término Iglesia Católica.
Los rusos y griegos "ortodoxos", por ejemplo, se separaron de la Iglesia
Católica en el año 1054. Los
protestantes y los evangélicos empezaron con Martín Lutero a partir de
1521. Los anglicanos fueron
fundados en 1534 por el rey de Inglaterra, Enrique VIII, porque el Papa no le
permitió divorciarse. Todas las
demás sectas nacieron de la revolución luterana. Los Testigos de Jehová fueron
fundados en Estados Unidos en 1871 por Charles Taze Russell; los Mormones en 1830 por Joseph
Smith; los de la supuesta
"Luz del mundo" en 1926 por Eusebio Joaquín González, en
México. Los que se llaman
"cristianos" son protestantes disfrazados. De todas estas
sectas, ninguna tiene veintiún siglos, ninguna viene de los Apóstoles. Ahora
bien, si Cristo no las fundó ¿Qué garantía de veracidad y legitimidad pueden
tener? Absolutamente ninguna. Al contrario, la Biblia, la historia, el sentido común y la justicia las condenan como
usurpadoras de misión y función como sostiene la biblia en Jeremías (Cap. 23, Vers. 21 al 25):
“Yo no mandé a estos profetas ¡y
vinieron corriendo! Tampoco les hablé y se pusieron a profetizar. ¿Acaso asistieron a alguna reunión conmigo?
¡Entonces, que transmitan mis palabras a mi pueblo, que lo hagan volverse de su
mal camino y de sus obras perversas!
¿Soy yo un Dios sólo de cerca?, dice Yavé, ¿no
soy Dios también de lejos? ¿O puede un hombre ocultarse en un escondite sin que
yo lo vea?, dice Yavé. El cielo y la tierra, ¿no los lleno yo?, dice Yavé.
Me
he puesto a escuchar lo que dicen los profetas que profetizan en mi nombre
falsamente; sus
palabras son: «¡He tenido un sueño, he
tenido un sueño!»”
En la
crisis actual muchos de buena fe siguen a las sectas, pero pensando estudiar la
Biblia pierden la verdadera fe cristiana. Se
separaron de la Iglesia de Cristo para seguir ilegítimas que no tienen la auténtica
interpretación de la Biblia, ni legítimos ministros y que no pueden salvar. La
solución es regresar a la Iglesia fundada por Cristo mismo, la que es Una,
Santa, Católica y Apostólica.
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